Una nuevo divorcio deportivo vivió Guillermo Kissling con su alejamiento del equipo de Omar Martínez en el TC. Fue el segundo en menos de un año, si recordamos su conflictiva salida de JP Racing, allá por agosto del 2009. “Pero esta vez fue en buenos términos…” se apura en aclarar Willy, destacando que con “el Gurí quedó todo bien”, algo que no sucedió con Gustavo Lema, el director del JP Racing con el que cortó díalogo tras las cuestiones personales (lucha de protagonismos y egos) que motivaron su enfrentamiento y terminaron con la era de Willy en el JP.

“No soy una persona conflictiva, si, alguien que trata de sostener sus convicciones” dice Kissling ante la mención de otro divorcio, en este caso en el TC 2000, como fue el que tuvo con Edgardo Fernández y el equipo Renault, a fines del 2008. “Al igual que éste del Gurí, aquel fue por discrepancias técnicas…” explica Kissling antes de contar algo más, de lo sucedido con el Gurí y descartar, sin mucho convencimiento, que en este divorcio también influyó el tema económico. “Tuvimos algunas discrepancias desde el punto de vista técnico sobre la forma de desarrollar el auto y por eso, como el Gurí es el dueño del equipo, me pareció lo más acertado dar un paso al costado. No me gusta estar en un lado trabajando con gente con cara larga. Estoy en un etapa de mi vida en la que quiero disfrutar lo que hago, ya sufrí bastante por cosas mucho más importantes como para pasarla mal por estar en un lugar a disgusto…” señala Willy.

Kissling se fue del equipo pero dejó a sus dos pilotos (Martínez y Werner) dentro del grupo de 12 que por ahora se clasifican para el play off. “Esto es algo que no se valora, porque uno se va pero el equipo se queda con el fruto de nuestor trabajo” desliza Willy. “Werner tiene un lugar asegurado porque con 80 puntos (Mariano suma 91,50) entrás seguro y Martínez podría estar más adelante del décimo puesto de no haberse complicado después de ganar en Balcarce. En Neuquén chocó con Spataro y en Posadas hizo dos trompos. Ahí perdió 20 puntos que le hubiesen casi asegurado el lugar en el play off que ahora está en peligro” relata Guillermo, que considera “una falta de respeto” esta moda de cambiar chasista o motorista cuando los resultados no aparecen.

“Lo mejor que sigue haciendo el Gurí, es manejar…” asegura Kissling en una sentencia con doble mensaje. En su lado más visible descarta un declive y una merma de motivación en la campaña deportiva del entrerriano a los 44 años. En su parte más difuso, marca tácitamente una limitación en la capacidad de Martínez para incursionar en el terreno técnico. Un punto, que junto a algún dinero que no se quiso invertir, derivaron en este nuevo divorcio deportivo de Kislling.