ENTRE MIS TROFEOS

PONDRÉ UNA PLACA

QUE DIGA:

NUNCA CORRÍ EN TC

Por Carlos Saavedra y Miguel Sebastián

Ya lo dijo Gabriel Furlan. Se sube en Interlagos al reluciente y flamante prototipo Mitsubishi Lancer GT de Top Race V6 y comienza la última temporada de su vida como corredor de autos.

Furlan ha edificado en todos estos años de trayectoria una forma de vivir, ver, sentir y llevar a la práctica el automovilismo con innegables dotes. También se lo ha reconocido por una personalidad controvertida. El hombre cada vez que dice lo que piensa capta adeptos, pero también suma detractores.

Monoplacista de pura sangre, renegó de los autos con techos hasta que por propia maduración y por imperio de las circunstancias, debió sentarse en uno. No le fue mal en el TC 2000, donde además de lo que hizo en las pistas , desparramó su influencia cuando le tocó oficiar también como dirigente y confidente de Pablo Peón, presidente aún en funciones en la categoría. Y cuando se quedó sin equipo, tras pasar por Toyota, se reclinó y encontró buena recepción en el Top Race V6. Si, no faltará más de un memorioso que recuerde cuando en aquellos ásperos duelos verbales entre el TC 2000 y el Top Race, Gabriel usó la ironia (“No es automovilismo, es un un show…” dijo más de un vez) para aludir a la categoría de Alejandro Urtubey.

Corrió TC 2000, corrió y corre en Top RaceV6, pero nunca Gabriel se acercó al Turismo Carretera, sin duda la categoría estrella de los autos con techo en Argentina. Entre el folclore que rodea al automovilismo no puede dejarse de lado la eterna diferencia que separó a a Furlan y el TC, y que supo atravesar pasajes picantes. Nunca hubo feeling entre Gabriel y los directivos de la ACTC, en particular con Oscar Aventín. Su distanciamiento se convirtió en un clásico, más allá que ahora en el Top Race V6, corra como piloto fiscalizado por la ACTC…

–No haber corrido en TC , es la materia pendiente que le queda a tu campaña ?

–¿Materia pendiente?, No, je… No me queda ninguna materia pendiente. ¿El TC? No, porque nunca quise correr en la categoría. Mirá sólo hay dos pilotos contemporáneos que podemos decir que no quisimos correr en el TC. No les voy a decir yo, quien es, je. También fue corredor de monoplazas (N. de la R. Hay más de uno y son Guillermo Kissling, Gustavo Sommi y Alberto Scarazzini). Y les digo más, cuando me retire, entre mis trofeos pondré una placa que diga: Nunca corrí en TC, je. No cualquiera puede hacerlo…

–Sin embargo con el paso de los años, no quedó ningún piloto que no quiera corre en TC…

–Y, si, pero ojo, que el TC ha cambiado. Se puso mucho más profesional, más técnico y no tiene tantos vicios como el de antes…

–¿Decidiste retirarte porque te diste cuenta que no le podes seguir el ritmo a los pibes?

–No, no. Ocurre que pensé bien el tema y llegué a la conclusión que no puedo seguir corriendo. Requiere mucho tiempo y yo tengo una empresa que atender. Están los autos de Fórmula Renault, los empleados, todo tipo de obligaciones. Todo esto no hace más que hacerme más complicadas las cosas. De todas formas siento que a los 45 años puedo seguir corriendo de igual a igual con los pibes pero como dije no puedo estar a full sobre el auto de carrera y eso me perjudica. Doy ventajas y eso no se puede dar ante chicos que van muy rápido y bien.

–Coincido con Tito si dice que les da pelea de igual a igual a los pibes, pero cuidado, no puede hacerlo en las clasificaciones, puede hacerlo en las carreras. Ahora yo digo, en el automovilismo actual, las clasificaciones son fundamentales. Si no largás adelante, en las carreras no la ves… Y bueno, estas razones y las del tiempo que me insume el trabajo del equipo, me llevaron a decir “ya está”. Por eso corro este campeonato de Top Race y cuando termine, largó el automovilismo.