PERFUME DE OVEROL
“El drama hace del Dakar una competencia como no hay otra”, asegura. Está disputando su quinta edición y mantiene la misma emoción de siempre. Sobre todo cuando al arribo al vivac los espectadores la saludan por su nombre. “A la llegada a Córdoba, me regalaron un osito de peluche”. Annie Seel es una de las seis mujeres que participan en la categoría de motos y probablemente la más conocida de las once chicas que toman parte del Dakar 2011. Vencedora del Challenge femenino en la edición pasada y 53ª en la clasificación general –la mejor de las chicas en la competencia-, forma ya parte del paisaje del Dakar desde su primera participación, en 2002. En 2009, la primera edición en Sudamérica, Seel se rompió la nariz al caerse de su moto, pero aun así logró llegar al final de la prueba. Apodada la Princesa del Desierto, contribuye a la consolidación de la presencia femenina en el Dakar, que completan asiduas competidoras como Silvia Giannetti (67ª el año pasado), Christina Meier (85ª) y Mirjam Pol (1ª mujer en la edición de 2009).
Mientras Seel (foto superior) llegó 53ª a Jujuy, Meier (abajo) aparece tercera en esta particular clasificación, pero en el puesto 94º. La Giannetti, en cambio, está más retrasada y figura 134ª. Pol cayó a la posición 142º.
Este año se suman a ellas dos debutantes, la británica Jennifer Morgan (que muestra su inexperiencia ubicada 129ª) y la décupla campeona del mundo de trial Eulalia “Laia” Sanz. “Es mi primer Dakar y no quiero plantearme ningún resultado. Por otro lado, me siento halagada porque creen que puedo hacerlo bien.” La catalana, de 24 años, anda en moto desde pequeña y corre con el veterano Jordi Arcarons, que fue cuatro veces segundo en el Dakar (sin poder ganarlo nunca) y se había retirado siete años atrás. Laia era la mujer mejor ubicada entre los motociclistas hasta Tucumán, y en Jujuy quedó un puesto por detrás de Seel, en la 54ª posición.
La participación femenina no se limita a las motos, puesto que Camelia Liparoti (foto superior) participa en la categoría de cuatriciclo: fue 13ª en el 2010, tercera entre la clasificación femenina y ahora marcha 21ª. La Liparoti descubrió el Dakar trabajando como fotógrafa antes de sumarse a la competencia.
Campeona mundial en andinismo, Isabelle Patissier no le teme al volante y conduce un buggy Nissan con singular pericia: está 23ª, a poco más de dos horas de Carlos Sainz –y delante de la mayoría de los argentinos– y quiere mejorar el 17º puesto final que logró en 2009. El agua la complicó. “Sobreestimé la profundidad de un vado –contó al llegar a Tucumán- y una ola entró al buggy. Había barro por todos lados, en nuestros buzos, en el roadbook que pasó a tener el doble de volumen, en el tablero. No tener puertas no es siempre algo bueno”. A la Patissier la navega su marido, Thierry Delli Zotti. A la inversa, Christine Favre navega a su marido Frederic en la camioneta Toyota que comparten y que van llevando como pueden: están 103º.
La alemana Andrea Mayer (Nº 563) y la española Fina Roman (Nº 517) completan el cuadro femenino en la categoría de camiones, donde también compiten en equipos mixtos. La Mayer ya corrió el Dakar en motos y en autos, y maneja uno de los camiones de servicio del equipo BMW. Su elección no es caprichosa: es la actual pareja de Stephane Peterhansel, el primer piloto de la escuadra de Munich. La Roman, en cambio, no toma el volante. Una marcha 51ª, la otra 21ª. Paradójicamente, ambas van a bordo de sendos camiones MAN...
Fotos: Team Dessoude, Heva Imagen.
5/1/2011
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