DETRAS DE LA ESCENA

Los vaivenes recurrentes del país que redundaron en crisis periódicas, políticas erráticas a la hora de leer el universo del automovilismo en el mundo, pugna de intereses de entrecasa, ¿cuántos mas razones podrían mencionarse para explicar porque La Argentina no ha tenido, al menos, un piloto en Fórmula 1 desde hace casi una década, luego que se dilapidara el Gran Premio que pisó Buenos Aires en 1998 por última vez? ¿Se acuerdan?, Gastón Mazzacane fue el último de los nuestros, con el Minardi primero en 2000 y luego en forma efímera sobre el Prost hasta el Gran Premio de San Marino en Imola de 2001.

Ahora, luego de casi una década, ahí lo tenés a Pechito López.



La reconquista de un lugar en la F-1 para un argentino, comenzó como una intención apenas, allá en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, cuando el TC 2000 el año pasado corrió la primera fecha de la Endurance Series. Los López, padre e hijo, le tiraron la idea a Carlos García Remohí, presidente de la CDA del ACA. El hombre recogió el guante.

Luego sin hacer ruido, hubo desde el ACA una consulta al zar, Bernie Ecclestone. Lo que opinara el dueño del circo sería fundamental. Y dijo “OK, avancen”.

Los primeros pasos fueron construyendo una historia que acaba de completar el último capítulo y que, será presentada en forma oficial con el anuncio buscado: Pechito correrá en 2010 en el equipo USF1. Para llegar a buen puerto, los últimos días, desde que llegó a Buenos Aires Peter Windsor, casi no tuvo respiro. El director deportivo del USF1, uno de los nuevos equipos a sumarse a la máxima categoría del aurtomovilismo mundial, anduvo de reunión en reunión, con el presidente del ACA, Jorge Rosales, el mismo Remohí, Felipe McGough uno de los actores mas activos en las negociaciones, el padre de Pechito, y los representantes de las empresas que aportarán para que el cordobés cumpla el sueño. Sin dejar de tener en cuenta, la crucial participación del gobierno nacional a través del Ministro del Interior, Florencio Randazzo y antes, el Secretario de Turismo, Enrique Meyer, con el respaldo, claro, de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, más allá que cuando anduvieron por la Casa Rosada, no pudo atenderlos.

Como si les hubieran avisado desde boxes que la carrera entraba en las últimas vueltas, vertiginosos fueron los últimos calurosos días porteños para Windsor y el grupo que negoció por Pechito. Si bien se dijo desde hace tiempo que las chances del cordobés estaban muy bien encaminadas, la decisión se dilató tal vez mas de la cuenta y surgieron interrogantes, de ambas partes. VisionAuto (VA), te está contando de alguna manera, el detrás de la escena de la llegada de Pecho a la F-1.

“No, Windsor no vino a Buenos Aires sólo para buscar los avales del dinero que aportarán los patrocinantes a los que les interesó el proyecto; tampoco a escuchar que el gobierno le dijera que respaldaba el emprendimiento”, contaron a VA. “Llegó a Buenos Aires –dijo la misma fuente- también porque queríamos que estuviera aquí, para escucharlo, para saber a ciencia cierta los planes del equipo, el estado de la construcción de los autos, el equipamiento con que contarán, etcétera”.


Ante el titular del ACA Rosales, Remohí, McGough, López padre; también ante Alejandro Urtubey, mandamás del Top Race, categoría que apoyará al cordobés como sabés (se menciona que con mas de un millón de dólares) y empresarios, el británico explicó en forma detallada los planes del USF1. ¿Quedaron conformes?, preguntó VA. “Sí, dio seguridad que los autos estarán listos para efectuar el 15 de febrero el último crash-test exigido por la FIA, y el 20 efectuar el primer ensayo en EE.UU, de acuerdo a lo autorizado por la FIA”.

El nerviosismo creció a medida que transcurrieron las horas, aunque mantuvo la calma el grupo que negoció, se notó que Pechito y también a su padre los invadía una ansiedad cada vez mas creciente. “De no haberse concretado, hubiera sido un golpe muy duro para Pecho, del que le hubiera costado recuperarse, merecía llegar a la F-1 desde ya”, confesó un referente del equipo HAZ de TC y desde este año, también del equipo Ford de Berta, asociado a los empresarios Alejandro Masas y Fernando Hidalgo.

Aunque no quiso adelantarse a los acontecimientos a producirse con carácter oficial, García Remohí no ocultó su conformismo por el logro alcanzado, “lo importante es que conseguimos el objetivo que nos planteamos en el ACA, desde que surgió la iniciativa para que López corriera en F-1. Lo primero que hicimos el año pasado, fue hablarlo con Ecclestone, le dijimos que queríamos llevar a un piloto de La Argentina a la F-1, y la verdad se mostró encantado. Entonces, le pedimos algunas sugerencias para comenzar a trabajar y bueno, arrancamos…”.

Entre el jueves y viernes, se firmaron todos los contratos con los patrocinantes, aunque no resultó sencillo. Windsor insistió con la necesidad de contar con los avales, y hasta pidió que se constituyeran por unos 2 millones de dólares en EE.UU. Exigencia que, a medida que fueron conversando, la limaron hasta lograr coincidencias. Es más, Peter habría solicitado que, además de llevarse los contratos firmados, también quería volver a EE.UU con gran parte de los 8 millones de dólares requeridos, en efectivo. No será así, los patrocinantes argentinos aportarán una suma cash pero, el resto lo irán pagando en forma escalonada, en cuotas, a medida que transcurra la temporada que lo verá a Pechito desde el inicio, el 14 de marzo en el Gran Premio de Bahrein, con el número 22 pintado en uno de los Type 1 (tal la denominación) del USF1.

¿COMO SE VERA EL AUTO?

Ya te lo contamos: aportarán Lo Jack (¿1,5 millón de dólares?, que habrían sido pactados directamente entre la casa matriz en EE.UU y el USF1); Kwan móviles (radicada en el sur del país), Tafirol (su dueño, el poderoso empresario Marcelo Arguelles, también supo respaldar a Esteban Tuero, Mazzacane y al equipo de FIA-GT que presentó el ACA en 2008); Pauny, la empresa de tractores y maquinarias agrícolas cuya cabeza es López padre, además un grupo de siete u ocho empresas de origen cordobés, que aceptaron el convite de José María López señor y, como te dijimos antes, el Top Race. El logo de la categoría se verá en el auto, mientras que el conocido de la revista Corsa (también propiedad de Urtubey) podría ir pegado en el buzo antiflama de Pecho.


¿Y la Secretaría de Turismo?, gente muy cercana al proyecto, ha negado que el gobierno aportase dinero; se dijo que la Secretaría iba a desembolsar 2 millones de dólares. Y si fuera a hacerlo, al momento del cierre de las negociaciones, no lo hizo, de ahí que esa suma igualmente debió cubrirse a modo de que el trato “se cerrara de una vez por todas”, contaron a VA. Ahora bien, si el gobierno por medio de la Secretaría de Turismo, no ha tenido una participación dineraria, ¿a que se debió tanto interés y premura por acudir a la Rosada, y recién luego reconocer que, por fin, el trato estaba hecho?

EL NEGOCIO NO PODIA CAERSE

Las extensas negociaciones para subir a Pechito López al auto del USF1, se prolongaron y eso generó ciertos interrogantes y especulaciones al por mayor. El mismo José María López padre, uno de los impulsores y más entusiastas sostenedores de la idea de llevar a su hijo a F-1, supo reconocer que el viernes último era definitivo: se daba o no se daba. Como suelen ser los exámenes finales de una materia complicada, así fue. Las reuniones fueron y vinieron hasta que lograron pulirse todos los detalles. Eso sí, aseguró alguien cercano a las gestiones, “la posibilidad que Pechito corriese en F-1, nunca estuvo en riesgo de caerse”.

Hasta aquí, el detrás de la escena de la vuelta de un argentino a la F-1. El lunes volverá Peter Windsor a EE.UU, y lo hará acompañado por Pechito López, ya como piloto del USF1. ¿Qué tal?

23-01-2010