“Nos sentimos destratados”

¿Y la tan anunciada rebaja de costos en el TC 2000, ante la adopción producida este año de los motores genéricos hechos por Berta?.

La preocupación no se ha diluído entre los equipos particulares que, no la han notado y los afecta. También animadores por derecho adquirido y sin cuya presencia, aunque haya algunos que lo no lo perciban, la categoría se vería por cierto perjudicada, pretenden ser tenidos en cuenta, y no lo son.

"A mí la temporada pasada un motor hecho por el Honda Racing me costaba 15.000 pesos por carrera; ¿ahora?, me sale lo mismo y eso que no se puede probar. No entiendo, deberían costar supongo, unos 7000-8000 pesos. Lo que parecía que iba a beneficiar con una reducción de costos a la categoría, y en especial a nosotros, los privados, no ha ocurrido", considera Fabián Malta, dueño de su propio equipo, bien particular, donde corre Marcelo Julián.


"El 2009 ha sido muy complicado, varios debimos poner plata de nuestro bolsillo para seguir corriendo, pero así no se puede; sí, es cierto, la situación del país tampoco ayudó. Hubo que tratar de saltear el momento, y mientras tanto pensar en soluciones para 2010. Para el equipo en el TC 2000 es un negocio, y en caso de no resultar rentable no sirve, eso es obvio ¿no?. Este año me ha resultado un negocio pésimo” afirma Fabián Malta, ex piloto de Fórmula 3 Sudamericana. "¿Si la dirigencia de la categoría nos escucha?, para nada; apenas nos hemos reunido dos veces este año con Pablo Peón; nos sentimos destratados. Los particulares nos juntamos en mas de una ocasión, pero nosotros no podemos hacer nada si la dirigencia no nos escucha. Y como todo sigue igual, para ellos está todo bien. Es como que no le interesamos pese a que todos formamos el TC 2000, si esta temporada hasta nos sacaron la prima de partida que cobrabamos en el 2008, unos 5000 pesos. Tal vez se den cuenta, el día que varios particulares, resuelvan irse.... Si ocurriera eso, y unos equipos privados estuvieran obligados a dejar el TC 2000, a lo mejor ahí tomarían conciencia, je".

Malta detalla la realidad que le toca atravesar como propietario de una estructura propia, “En el 2008, el costo anual por auto fue de unos 850.000 pesos; dos autos salían 1,7 millón de pesos; y para el campeonato actual, esas cifras se incrementaron en un 30%”.


Tampoco en cuanto a la competitividad y paridad, la adopción de los nuevos motores, posibilitó que los autos de escuadras mucho menos poderosas, se acercaran a la pelea por la punta, “daba la impresión –considera Malta- que con motores iguales, los particulares se acercarían a los oficiales, pero no pasó eso. La cosa no cambió nada respecto a cuando cada equipo se hacía los motores”.

Recuerda sus tiempos de corredor de F-3 Sudamericana, y traza un paralelo, “me acuerdo que cuando los argentinos se fueron de la F-3 Sudamericana, la categoría se cayó; bueno, eso tal vez ocurriría con el TC 2000 en caso de alejarse los equipos privados. Los que deciden en el TC 2000, deben tener en cuenta que nosotros también formamos la categoría, pero insisto; da toda la impresión que no lo perciben, no nos dan bola…”.