“Mi mujer es una santa”
Caminante del automovilismo, un purista Guillermo Kissling; amante de las motos, pasión por los autos de carrera; de los monoplazas que ocuparon gran parte de su vida, ni hablar!. Hasta que se metió con los autos con techo, convocado por su capacidad y vocación de trabajo.
Aquel hombre que como corredor no entendió otro automovilismo que no fuera el de las ruedas descubiertas (¡si habrá defendido a la F-2 Codasur y a la F-3 Sudamericana!); al actual, técnico de equipos preponderantes en el automovilismo nacional, y campeón.
“Ésta también es mi familia”, sostiene cuando mientras conversa con VisionAuto (VA) y corre la mirada a su alrededor, a sus espaldas reposa el Chevrolet negro y rojo de Marcos Di Palma, la nueva criatura en la que está empeñado en hacerlo andar como Dios manda.
Foto AIF.........................................................................
“El mundo del automovilismo es mi habitat, y no lo cambio por nada; si no lo hubiese sentido así desde mis comienzos, me habría dedicado a otra cosa”. Cultivador del bajo perfil en sus años de casco y buzo antiflama, flemático como si fuera un británico, obsesivo a ultranza, Kissling ha ganado espacio en los medios a partir de su incursión en Turismo Carretera y TC 2000, como mentor de autos ganadores. También se ha visto inmerso en duras polémicas, frescas algunas como la que aún mantiene abierta con su ex jefe en el JP Racing de TC, Gustavo Lema.
Se siente respetado, y lo intuye con orgullo, “¿Qué imagen creo que tengo?, buena; pienso que soy un tipo respetado; no soy arrogante, ni alardeo con sentirme el mejor. Sólo trabajo todo el día, y pongo lo mejor de mi y por supuesto me tengo mucha confianza en lo que hago”.
En esa confianza y posibilidad de vivir pleno el automovilismo, Willy saca a relucir una carta esencial en su vida, Graciela, su esposa; “mirá, yo no quiero pecar de presuntuoso, no me gusta, soy muy respetuoso de los demás; pero te puedo asegurar que mi mujer es una santa, y es el gran apoyo incondicional que he tenido en todos los momentos, lindos y feos que me ha dado la vida”, reconoce Willy sin ruborizarse, como debe ser. “Ella es el gran baluarte de mi vida, que además me ha dado unos hijos maravillosos; grandes personas, capaces, pero lo mas importante, honestos”. Christian (27) trabaja y crece en el JP Racing y Brian (22), también metido entre los fierros, en su caso, en el área de ingeniería del equipo oficial Chevrolet de TC 2000.
Foto Gentileza Revista Crono TC-Gabriel Santos..............................
A Graciela y Willy les tocó sortear durísimos escollos planteados por la vida; desde la trágica muerte de su hermano Jorge en abril del 68, en la Vuelta de Lobería de TC, accidente donde también murió el acompañante Quique Duplán; hasta soportar tal vez el más terrible dolor como significa la pérdida de un hijo.
Comparten la vida que nunca se alejó de los autos de carrera, “mi mujer es mas fanática que yo; me acuerdo una vez que yo estaba en Europa por un tiempo, ella se iba sola a las carreras. Es hincha de Christian (Ledesma), lo quiere como un hijo y también de Esteban (Tuero). ¡Como no va a serlo si los vimos crecer desde chicos, cuando empezaron en la Fórmula Honda, y pensar que no se querían mucho que digamos, ja!”.
“Ya te dije, Graciela representa para mí el gran sostén y apoyo que tuve en mi vida; no podría haber las cosas que humildemente pienso que logré, de no haber sabido que contaba con ella”, suelta Willy y por un instante se le entrecorta la voz. “Y pensar que ahora tiene que repartir su corazón; entre lo que hago yo con Marcos (Di Palma) y lo que hacen mis hijos que están en el JP. Yo quiero que les vaya mal a los chicos, ja, ja; quiero ganarles con Marquitos desde ya…”
-Después de tu salida tormentosa del JP Racing, has comenzado una etapa nueva junto a Marcos Di Palma; un apellido muy pesado dentro del automovilismo..
-Desde ya, coincido; pero me gusta; lo quise mucho a Luis, nos conocemos desde hace muchos años con la Tana, la verdad me siento muy cómodo.
-Recién hablabas de cómo ha influído tu esposa en vos; la Tana Di Palma es por sí sola, otro personaje deparado por el automovilismo.
-¡Que te parece!, ahora que trabajo con Marcos y la veo mas seguido cuando estoy en el taller en Arrecifes, no me quedan dudas. La Tana es el estandarte de la familia Di Palma, sin ella no se que harían. Y ojo, lo es desde la época en que Luís vivía: es un ser humano excepcional.
De lo íntimo y esencial en la vida, como es el sentimiento y amor hacia los seres queridos; su mujer, los hijos; Kissling pasa a la inmediatez y se mete en los avatares del mundillo de los autos de carrera. El año 2009, lo ha colocado en el centro de una de las peleas más ostensibles, la mantenida con Lema una vez que hizo crisis con la enemistad que los separaba desde hacía un año, pese a que siguieran compartiendo el techo del JP, tricampeón del TC. “Para mí fue un alivio que Lema me dijera que no fuera mas al equipo –sostiene- porque, hacía mucho que nos dirigíamos la palabra, no nos podíamos ni ver”. Lo que no entiendo; bah!, si lo entiendo, es como Lema dilapidó un sistema de trabajo, súper profesional, con superioridad técnica, construído durante 6 años. No se animó a confiar en los chicos cuando me sacó del equipo. Lema tuvo miedo de perder el campeonato de TC, y eso lo llevó a tomar decisiones equivocadas; cambió el caballo en la mitad del río. Y cuidado, que no tengo nada en contra de Leo Monti (su reemplazante cuyo paso resultó efímero), a quien considero una persona muy capaz”. “Lo que debería cambiar el JP –resalta Kissling- es la dirección del equipo, que se ha estado equivocando muy feo”.
No quiere embalarse, lo percibe VA, por eso levanta el pie, y apela a su costado humano, de tipo creyente y con una vida personal con fuerte contenido espiritual. Dice que le encanta “transmitir mis conocimientos a los mas jóvenes, y todas las cosas que hago. No soy de esos que ocultan lo que hacen, y lamentablemente en nuestro automovilismo existen y es muy común”. “A mi lo que me interesa –jura- es dejar algo, alguna enseñanza para los mas jóvenes. ¡No!, que me importa que se sepan mis “secretos”, total yo siempre estaré trabajando en cosas nuevas”.
Esas cosas nuevas que muy probablemente lo lleven de regreso al TC 2000 el año que viene como cabeza técnica de un fuerte equipo, y a seguir al lado de Marcos, con un formación consolidada y a la que se sumará un segundo Chevrolet.
Eso sí, en lo que emprenda, jamás dejará de apoyarse en los suyos; los que le dan sentido a su vida.
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