Estremeció la bravura con la que sopló el viento Zonda, en la tarde del viernes pasadp en el autódromo sanjuanino. Apenas habían quedado atrás los ensayos iniciales del TC 2000, de la Fórmula Renault 1.6 y de la Fiat Linea Competizione.
Los destrozos fueron mayores, carpas hechas trizas, carteles publicitarios por el aire, la sala de prensa destruída, espacios vip´s convertidos en hierros retorcidos. Algunos mecánicos lastimados y el sobrino de Néstor Riva, cuyo New Civic es atendido por el Fineschi Racing, quien por poco no perdió la vida. Federico Echando, tomado de las manos de la estructura de la carpa donde estaba el auto de carrera, voló por el aire con la estructura. Cayó pesadamente sobre el techo del coche y de ahí al suelo. Sufrió un paro cardíaco del que, la desesperada ayuda de su padre, le salvó la vida y ambos, el domingo vieron la carrera como si nada hubiera pasado.

También el Zonda dejó sus huellas en el espacio Vip´s de Fiat, en la Sala de Prensa casi destruída, la periodista santafesina Mariela Pallero con traumatismo de cráneo producto del golpe cuando cayó un panel lateral de la sala, debido al furioso viento, y otros contusos y, desde ya, muchos nervios y tensión.
Fueron 90 minutos de terror, donde nadie se acordó que había una carrera de autos. Sin embargo, al otro día, la mayor parte de las estructuras estaban de nuevo en pie, como la Sala de Prensa que si bien reducida, luego del trabajo a destajo del eficiente jefe del área, Roberto Mayorana y sus colaboradores, la dejaron como para que los enviados pudiéramos desplegar nuestra labor.


El domingo a la tarde con el autódromo vacío, en pleno cometido de enviar los materiales a los respectivos medios contando con casi seguro bicampeonato de Pechito, dio espacio para un rosario de anécdotas que, por suerte, se recordaron con una sonrisa…