¿SERA POSIBLE?

Vertiginosos fluyeron los últimos días de enero, con Peter Windsor en Buenos Aires, largos meses de negociaciones quedaron cerradas en Salón Sur de la Casa Rosada. Fue en la, la tórrida tarde en la que debió soportarse además, la tediosa espera hasta que en el estrado aparecieran José María López; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, Enrique Meyer, secretario de turismo; Carlos García Remohí, titular de la CDA del Automóvil Club Argentino y Windsor.
En primera fila a López padre le brotaba la alegría por los poros; Felipe McGough observaba en silencio, entendía que su trabajo -clave- se veía premiado por el éxito, Alejandro Urtubey parecía gratificarse por la decisión del Top Race de brindar un apoyo económico sustancial (1,8 millón de dolares) para sentarlo a Pechito en el F-1.


El cordobés al centro, ataviado con camisa blanca con escudos del USF1 irradiaba felicidad. Luego de complejas conversaciones, tire y aflojes; de mucho lidiar para conseguir los 8 millones de dólares, con un cúmulo de especulaciones en el medio, el objetivo estaba cumplido.
Sin embargo, ante la pregunta de la prensa a Windsor, cuando le mencionaron los filosos dichos de Bernie Ecclestone, poniendo en duda el futuro y la asistencia del USF1 a la apertura del Mundial de F-1 en Bahrein, el ex periodista británico no respondió exactamente la consulta, y salió diciendo que el USF1 iba a estar en la grilla en Bahrein. Los rostros de Pechito y su entorno, no hicieron mas que congratularse en silencio por las seguridades brindadas por Peter. El británico se aprestó luego a retornar a EE.UU con el dinero exigido, en realidad una parte luego de pretender cobra la totalidad en cash. Antes debió escuchar exigencias y pedido de garantías de parte de los negociadores y sponsors involucrados en el emprendimiento, en relación a que el equipo iba a estar presto en Bahrein. Tanto que acordaron los sponsors en forma individual, concretar sus aportes en cuotas y a medida que transcurriera el calendario. Sí, te acordás, entre los aportantes ha estado el gobierno nacional, 2 millones de dólares los que volcó (se dijo que al momento de la firma de los contratos, no los había efectivizado, y se debió tapar el bache con financiamiento de otro aportante que, esperó la reposición del dinero por parte del gobierno).
Todo pareció cerrado y encaminado; La Argentina volvía a pisar la alfombra roja de la F-1, 9 años habrían pasado desde que tuvimos el último representante, Gastón Mazzacane que la habitó durante un año completo en Minardi y cuatro carreras en el fallido equipo Prost en el siguiente. Pecho empezó un riguroso entrenamiento físico en Austria y, se suponía y se aseguraba que, en Charlotte, EE.UU, sede el USF1, avanzaba la construcción de los autos, mientras el resto ya comenzaba a probar... Avanzaron los días, y la satisfacción y conformismo por el resultado alcanzado: Pechito estaba en la F-1, empezaron a encontrarse con nubarrones que trataron de disimularse y, aquellos que los percibieron, no fueron precisamente bien acogidos por allegados al chico cordobés, a quien la ansiedad comenzó a invadir. Mucho mas, claro, que cuando aguardaba la concreción de la idea loca de llevarlo a la máxima, surgida en el segundo semestre de 2009, cuando se les metió en la cabeza a López padre, Víctor Rosso y luego directivos del ACA, encabezado por su mismo presidente, Jorge Rosales.
Pero, los días se consumieron y eñ USF1 no pasaba de mostrar autos virtuales y sólo visibles a traves de una computadora. Windsor no cejaba, iban a estar en Bahrein; es mas en estos días debía efectuarse el crash test definitivo del chasis en Inglaterra, y si sacaba aprobado, a armar el auto y a probarlo en el circuito de Alabama, gracias al permiso especial de la FIA.
Sin embargo, de repente ¿de repente?; el castillo se derrumbó; el USF1 por medio de Windsor, les dijo a McGough, Rosso y López padre que no sólo, no llegaban a Bahrein; también que la operación quedaba condicionada pensando en el resto del campeonato. La confesión, descarnada, es probable que no haya tomado por sorpresa al trío pero sí, provocó malestar, de verdad, tanto que la conversación en las oficinas del predio del USF1 en Charlotte (que por si faltara algo, un broker inmobiliario anunció su puesta en venta), subió de tono y el final no fue cordial. Concientes de lo que podría significar que Pecho se quedase a esta altura sin F-1 luego de todo lo generado y, la vasta repercusión habida en el país deportivo de los argentinos, nervios y honda preocupación se apoderaron de los negociadores. Ni lerdos ni perezosos, sacaron tickets, se subieron a un avión y aterrizaron en Londres. La misión "imposible" a la que no rehusaron, como lo habría hecho Tom Cruise, es por estas horas conseguir el salvataje del proyecto Pechito López a la F-1. Porque no toleran que al pibe de Río Tercero se le esfume el sueño que entendió concretado, y por las consecuencias que depararían un tamaño fracaso.
El equipo Campos Meta 1, al que se sumó el cofundador del mundialmente difundido sitio You Tube, Chad Hurley, alejado del USF1 -era principal sostenedor- cuando se dio cuenta que no marchaba a buen puerto el USF1, se ha convertido en las últimas horas en la máxima ¿única? esperanza de los encargados de negociar por el cordobés, para mantener vivo su sueño. Hasta han recurrido a los buenos oficios de Bernie Ecclestone, el zar; el mismo que desde un principio echó su manto de duda sobre la viabilidad del USF1 y Campos Meta 1. El hombre, aunque no hiciera falta, ha dejado expuesto que nada, absolutamente nada, se le escapa en el mundo de la F-1.
El final de la historia de Pechito López a la F-1, con el brutal sobresalto que ha padecido, está por escribirse; se transita tiempo de descuento...

18-02-2010